Fue una idea que encontró su realidad en un sueño, y fue todo, y fue siempre... Hoy cada silencio es un deseo, una promesa, una caricia, una certeza que empieza a diluirse dolorosamente, recorriendo, lastimando desde el último poro de la piel hasta el rincón más profundo del alma. Y es llanto que no puede ser llorado, y es grito que no puede ser oído... Inútilmente los signos tratan de definir el absurdo que ahoga desde que llegó la sin razón y la incertidumbre... El, la, los, las, una, uno ya no existen; son simples letras sueltas flotando entre nombres y promesas... Se desarticularon en el caos de los ires en presencia y venires en ausencia... Los sustantivos ven sin mirar; quizás esperan una señal para recobrar sus formas, sus colores, su motivo: labios, miradas, abrazos, mañanas, calles, viento, compañero y hasta el mismo Amor vagan sin esencia, como zombies... Los adjetivos se han cansado de buscar y ya no señalan, no pueden precisar lo que no encuentran: el tu ya no entrega nada
Tejiendo y destejiendo sueños...