A migos: Hoy cierro el "Cangilón". Hace un tiempo me propuse cambiar, renovar, renovarme... y ayer se me ocurrió asumirlo con el nuevo año como pauta, como impulso. Digamos que ayuda, que es una manera de definir mejor la frontera de otro compromiso. A partir de hoy, el "Cangilón", todos sus sueños y sus lunas, entrarán en una etapa de hibernación por tiempo indefinido y es posible que migren por partes hacia el papel, haciendo caso a una atenta oferta de la Editorial El Perro y La Rana * , a quienes les estoy muy agradecida por la deferencia. Por supuesto, la última palabra la tendrá a partir de enero el comité editorial... Entonces decía... cambiar de tema, de motivación, buscar nuevas formas, nuevos objetivos... Buscar adentro y afuera... Asumir bajo otra óptica nuevos riesgos... Reconocerme a lo largo de un nuevo paisaje, resignificar... Además, cambiar siempre me ha parecido, entre otras cosas, adrenalítico, "endorfinático", paradigmático y necesario.
Queridos: Si estuviera en mis manos, este año les entregaría más paz más alegría más aire puro más sol más salud más flores más caricias más abrazos más unión más amor más respeto más sorpresas más travesuras más sueños más sinceridad más ternura más certezas más tiempo más confianza más amistad Les dejo, con mi cariño, lo que poseo de esto y mi deseo porque el nuevo año venga cargado del resto que haga falta...