Ir al contenido principal

37. Divagación poética...



Los poetas no vemos las cosas como ellas se muestran... tenemos un ojo escondido en el alma que es ventana hacia la mano...

Podemos traducirnos en un poema, pero jamás traducir en él al poeta... Es inútil intentar que el poema sea una puerta que lleve al poeta. El poema no nos pertenece; es es el camino hacia el espíritu de lo que encierra, y se desnuda sólo a quién se descubre en él...

Por eso el poema puede ser tan discurso del espíritu y del cuerpo como oración que se hace caricia... Puede ser el eco de un secreto o el grito de un silencio... Sabe cómo alimentarse del vacío y llenar todos los espacios... Puede ser tan universal como la vida misma y tan individual como la propia muerte...

Por eso para hacer un poema basta dejar que la mirada del alma llegue a las manos luego de recorrer los caminos del hombre...
________________________________
Ilustración: "Metamorfosis por amor", de Octavio Ocampo

Comentarios

Entradas más populares de este blog

19. Las luciérnagas...

Muy pequeñita, desde la ventana de casa vi alguna vez diminutas lucecitas yendo de un lado a otro en el jardín. Luego supe por los textos escolares que aquellos punticos luminosos eran emitidos por las luciérnagas. Sin embargo, debo decir que nunca entendí ni averigüé en detalle sobre aquel extraño proceso de origen animal. Posteriormente, mi primer encuentro cercano -debido a un tercer tipo...- con la luz de las luciérnagas fue metafórico. Estaba en la universidad y vivía en una residencia para estudiantes donde la dueña literalmente moría por su impenitente y malhadado amor, a quién ella a pesar de todo se empeñaba en llamar "Mi solecito". Un buen día, o mejor una mala noche, a "Mi solecito" se le pasaron las copas, las horas y las manos... y al desayuno de la mañana siguiente la mirada de nuestra querida casera era oscura por dentro, de frente y de perfil... No obstante, como siempre, doña Sarita llamó: "¡Solecito, tu desayuno está servido!". Fue entonc...

17. Del enamoramiento al amor...

El enamoramiento es una etapa deliciosa, común, merecida y conocida por todo mortal (que se cree inmortal bajo su influencia), signada por un entusiasmo que apela a los excesos, donde todas las manifestaciones se transforman en visiones sobrenaturales y donde los defectos son también 'visiones' que se barren debajo de la alfombra... Durante su proceso los médicos no se explican cómo aquel cristiano antes rayano en la hipocondría, aquejado periódicamente de astenia, gripe, amigdalitis, pulmones, corazón o tensión arterial, a quién se le recomendaron urgentes ejercicios de relajación y respiración profunda, deja de pisar el consultorio aunque ahora sólo jadea y no utiliza la nariz más que para olfatear el aroma del deseo (léase feromonas...). Y es que no lo ha entendido nunca nadie, ni los médicos con todos sus años de estudio al respecto: se ha comprobado que durante el enamoramiento se produce un 'alzamiento' de las hormonas propias y comunes como la adrenalina, y de ci...

15. Noria

Cuando se acaba un amor termina el camino se quiebran los sueños duerme la esperanza somos menos niños... Cuando se acaba otro amor se acaba la prisa desvela la espera se arrastran los pasos nos pesa la vida... Cuando se acaba un amor calla la memoria rompemos los sobres cerramos los libros truncamos la historia... Cuando se acaba otro amor sufrimos de invierno se secan los besos empapa el recuerdo nos hacemos viejos... Cuando se acaba un amor perdemos la risa cambiamos la dieta nos volvemos sombra el sol nos lastima... Cuando se acaba otro amor sentimos que el alma tiembla en la garganta no existe el mañana y huyendo a la ausencia nos duelen las alas...